Nuestra Historia
La historia de Gibier comienza aún antes de que Carlos Alberto Pontnau (docente) decidiera retirarse de ese ámbito. Había registrado por escrito las posibles ocupaciones para seguir activo y la primera opción era: fabricar pelotas.
Con su característica tenacidad investigó, planificó, invirtió sus ahorros, usó internet y sus habilidades y estuvo en condiciones de establecer esa pequeña industria.
Con su esposa e hijos comenzó el hacer, errar, volver a empezar y después llegar a fabricar la primera pelota Gibier.
Su propósito para dar a conocer este elemento (indispensable para el deporte nacional) fue personalizar la venta, presentándose en las canchas de fútbol con las pelotas.
Con trabajo, persuasión y perseverancia comenzó a funcionar esta fábricación y venta que ya lleva, con prestigio, 30 años.